Marielis Méndez
Lozada
Introducción a
la Arquitectura
18 de
diciembre de 2012
Profesor
Javier Isado
Cuando tenemos una rama en la que se
pueden desenvolver varios estilos, se hace casi imposible evitar comparar y no
solo en ese caso, cualquier situación que presente diferencias da oportunidad
para contrastar. En la escultura, la pintura, el cine, las películas, la
arquitectura, en fin, en todo usualmente se llega a la comparación. Lo
cual a veces es bastante interesante, intrigante y hasta puede llegar a ser divertido,
como el hecho de contraponer la seriedad de un Rafael Moneo y la picardía de un
Frank Gehry. Estos caballeros llegan a ser los polos opuestos de la
arquitectura contemporánea y no es para menos. Y dicen que los
polos opuestos se atraen, ¿no? Pues si bien es cierto eso, también es cierto
que las oposiciones pueden llegar a ser muy grandes pues tanto Moneo como Gehry
son personas que siguen haciendo arquitectura, pero ¿de qué forma? Esa es la
gran interrogante que trataremos de responder.
Rafael Moneo, arquitecto español que se
formó en la Escuela Técnica Superior de Madrid y adquirió conocimientos
siguiendo una metodología y siendo muy sistemático, ha sido uno de los más
reconocidos por su labor. Este gran catedrático pasa a dirigir la Escuela
Graduada en Diseño de Harvard y sus grandes proyectos siempre reflejaron la
misma ecuanimidad y serenidad que probablemente irradiaba en tal
universidad. Una de sus características principales es que Moneo utiliza
la historia como material de construcción y en cierto modo te lleva a estudiar
un trasfondo histórico para comprender mejor su arte. Pero nuestro
diseñador no se pinta como artista sino como catedrático, como
profesional. Por ello la mención de la seriedad, pues su profesionalismo
tal vez lo deje en esa aura de formalidad, formalidad con cuidadosos detalles
que plasma en una de sus obras arquitectónicas más importantes, Kursaal en San
Sebastián.
Por otro
lado, Frank Gehry parece “valerle madre” la seriedad porque su
interpretación de profesionalismo no tiene que ver necesariamente con ello y
hacer algo formal no significa hacer algo meramente aburrido para aquel
ignorante del arte. Este sí se presenta como todo un artista radical y
evolucionario donde trata de hacer magia pues de un material de poco valor como
el cyclone fence este quiere sacarle una millonada
y es casi como sacar diamantes del carbón. El punto está en que lo logra,
aunque parezca increíble, Gehry logra sacarle una millonada a un material
relativamente económico y es que no se trata del material sino de la mano que
lo maneja y este hombre sabía muy como quería manipularlo. También empleó
materiales como metal acanalado, madera contrachapada y otros materiales
reciclados. Una de las obras majestuosas que encierra la picardía
de este hombre es El Museo de Guggenheim en Bilbao.
Es muy interesante comparar en general,
alguna relación interpersonal, un profesor con otro, la comida de abuela vs la
de mamá, comparar es normal, pero comparar a estos dos es divertido. Son
tan opuestos que se parecen, aunque parezca paradójico e irracional, así es, ya
que como pudimos notar a pesar de todas sus contrapuntos seguían teniendo una
cosa en común, arquitectura. A pesar de tener estilos tan diferentes en
su vida y en todo lo que componía su ser incluso su posición en el tiempo y
espacio, ambos no dejaban de hacer arte. Y no porque el estilo de
Moneo sea quizás serio y formal, más inclinado a la norma, quiere decir que
deja de ser moderno y no cae en lo contemporáneo porque no es así, pues sigue
siendo tan innovadora y sincrónica que la extravagante de Gehry. Así que
si podemos atrevernos a mencionar que “polos opuestos se atraen”.
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